por Leonardo Fausto Torres Ramírez
Uno de los movimientos actuales, que por cierto tiene gran aceptación por la población, es el feminismo, no me detendré a analizar cada una de las corrientes que tiene este movimiento, solo lo trataré de forma general.
El hecho de que el feminismo sea bien visto y asimilado por las multitudes, lo ha vuelto una mercancía ideal para el capitalismo. Este hermoso modo de producción en el que vivimos, ha creado una enorme variedad de productos basados en este movimiento de “liberación” femenina.
Los productos pueden ir desde productos pequeños como pañuelos verdes y morados (varias veces estampados, para aumentar su precio), hasta mercancías complejas como la venta de productos que usan el estandarte de feministas empoderadas para aumentar el consumo.
El feminismo pop
Un ejemplo de mercancía compleja, sería el tema de la “cantante” Mon Laferte, con su tema musical titulado: Plata ta. Aquí podemos ver el caso de una artista que ya no lograba trascender musicalmente, su carrera iba en decadencia, sin embargo, tuvo la maravillosa idea emprendedora capitalista de usar como estandarte a la ideología feminista. Esta idea tuvo un plus, pues grabó su tema musical con Guaynaa, un reggaetonero con carrera en ascenso.
Este nuevo tema titulado Plata tá, impulsó de nueva cuenta a la cantante Mon Laferte, de la noche a la mañana volvió a ser solicitada en auditorios para presentar conciertos. No cabe duda que el feminismo aplicado en las mercancías capitalistas, deja grandes ganancias.
Otro ejemplo de este gran negocio que implica el capitalismo, lo vemos en el caso de la actriz Yalitza Aparicio, a quien después de haber sido utilizada por el cineasta Alfonso Cuarón en su cinta autobiográfica Roma, no se le volvió a ver en alguna película importante. Pero tuvo la fortuna de encontrarse con la “feminista” Mon Laferte, y así, de nueva cuenta Yalitza tiene los reflectores encima.
A modo de conclusión, puedo decir que el capitalismo tiene que crear modas para vender mercancías redituables, sin embargo, bien puede aprovecharse de modas que intentaron surgir como contrapeso del sistema, tal como lo ha hecho con el feminismo. El feminismo continuará mientras siga siendo un negocio para las grandes empresas transnacionales.
Bueno, esta es mi humilde opinión.