por Daniel Ríos Rocha
Amparo Dávila nace en Pinos, Zacatecas, en 1928. A la manera de Rulfo, la literatura de Amparo Dávila es escasa, pero densa en temas y profundidad. En 1950 publicó Salmos bajo la luna, al que siguieron Meditaciones a la orilla del sueño y Perfil de soledades.
Locura y desamor en Amparo Dávila
Después, en 1959 apareció el libro de cuentos Tiempo destrozado, y en 1964 Música concreta. Para 1977 publica Árboles petrificados, producto de su beca en el Centro Mexicano de Escritores. El mismo año obtiene el premio Xavier Villaurrutia.
En su literatura dominan los personajes femeninos en estado de enajenación mental, peligro, muerte y miedo a los animales o seres animalizados. La locura, la paranoia y el miedo en el que viven sus personajes, los orillan a realizar o participar en actos siniestros, o como seres que padecen y aceptan lo abominable como una forma de vida o un destino manifiesto. Ver los cuentos Moisés y Gaspar, La celda, El huésped, La señorita Julia o Música concreta.
Los personajes de Dávila regularmente interiorizan una fijación por el peligro, se sienten atacados por el exterior, son seres que terminan asilados y se derrumban frente al horror de sus actos, a la memoria que los atormenta, la soledad de la vida cotidiana, o la perversidad de la condición humana.
Ver Amparo Dávila: la dama del cuento fantástico
La vida monótona lleva a los personajes de Amparo Dávila a construir historias tormentosas y/o trágicas que viven como realidad verdadera. El desamor, la vida conyugal rota (Árboles petrificados) o el crimen amoroso (El desayuno) son parte también de su literatura. En ellos la mujer, inmersa en una sociedad machista, tiene un rayo de esperanza, de luz. Aquí se afirma fugazmente, en germen, su voz, su palabra y sus deseos carnales.
En Amparo Dávila asistimos a una literatura de altos vuelos. Estamos frente a una maestra del género. Su literatura oscura, fantástica y onírica es una autoafirmación del ser, de sentir y de hablar de sí. El 15 de diciembre de 2015 se le otorgó la Medalla Bellas Artes en reconocimiento a su trayectoria literaria y desde ese año, se convoca al Premio Nacional de Cuento Fantástico Amparo Dávila.